sábado, 14 de julio de 2018

NOSTALGIA DE AMOR.



NOSTALGIA DE AMOR.

A veces la terrible nostalgia de amor se apodera de mi dándome un día triste.
Después de escuchar una canción, volvieron a mí todos esos recuerdos y me sentí muy confundido. Sinceramente me sentí enamorado.

La duda es si ¿me enamoré de ella o de su recuerdo? Exactamente cuando ya pensé que la había olvidado aun la recuerdo mucho y sufrí…, ¿qué fue lo que me pasó? “

Algunas veces es un poco difícil olvidad esa experiencia tan linda de amor, sentí tanta nostalgia amorosa. Casi todos hemos tenido algún tipo de nostalgia al recordar el pasado, pero también existe la nostalgia de amor que se genera por recordar el pasado con una ex pareja.

Muchos afirman que es como si nuevamente se enamorara o como si el amor renaciera otra vez desde lo más recóndito del corazón, pero la nostalgia simplemente es un sentimiento tan fuerte como el enamoramiento; y puede ser pasajera hasta que la realidad rompa el hechizo.

Al volver a recordar tiernos y lindos momentos, Allí se ha juntado la nostalgia de aquellos instantes maravillosos que se recuerda cuando se revive la nostalgia de amor cuando el sentimiento fue puro, sincero, transparente.

La idealización que produce la nostalgia de amor a menudo nos lleva por revivir sentimientos tan profundamente internalizados muy dentro del corazón, cuando nos ponemos a recordar el pasado.

Se me vienen una serie de mejores recuerdos a la mente y al corazón con sentimientos de nostalgia, enamoramiento e ilusión de fondo. Pero si vemos el detrás de cámaras del videoclip nos daremos cuenta que todo era común y corriente. Es más, hasta puede que nos decepcionen las partes malas que nunca se han mostrado en el videoclip.

Es simplemente una emoción que se te viene de vez en cuando al recordar tu pasado amoroso. Cuando le quitas los efectos especiales, cuando ves que la cámara solamente enfoca una pequeña parte de toda la realidad.

Quizás la idea de vencer la nostalgia de amor me parecerá espantosamente sencilla. Pero es que la gran mayoría de cosas de la vida, viéndolos desde un punto de vista objetivo, son sencillas; sino que es una poca adiestrada mente humana la que complica nuestra existencia. Tener grabada esa frase sellada con fuego para recuperar la cordura siempre que sientas que esa nostalgia está causándote estragos.

A parte, soy plenamente consciente y decidi creer ciegamente en determinadas mentiras, como el hecho de pensar que una ex es una gran opción y de que deberías llamarla para remediar el error de haberla dejado o no “haber luchado por su amor”. Sí, es cierto que no podre evitar esas nostalgias repentinas; pero si decido estar alerta y actuar a tiempo antes de que esa nostalgia se transforme en tristeza.

Hay sentimientos más llevaderos que otros; sin embargo, el de la nostalgia puede llegar a doler. Menuda encrucijada someterse al quiero y no puedo. Vaya plan perderse en el laberinto del tiempo sin poder salir de él sin sufrir, añorando un regreso imposible.

MARUESVA

martes, 10 de julio de 2018

Del amor al odio.





Del amor al odio.

No sorprende cuando observamos a esas parejas que se amaban apasionadamente y, de pronto, no se pueden ver ni en pintura. No hablamos de aquellos que sufren un distanciamiento, sino de esos hombres y mujeres que después de haber compartido una tórrida relación se convierten en los peores enemigos.

A veces una situación de esa naturaleza no se da después de unos momentos de convivencia, con un vínculo desgastado de por medio. En ocasiones, la transformación se produce súbitamente. Ayer se amaban y hoy se odian. Es entonces cuando nos preguntamos: ¿será verdad aquello de que del amor al odio no hay más que un paso?

No hay ninguna forma de amor que no encierre una pizca de odio, al menos. Odiamos un poco al otro porque a veces no está cuando lo necesitamos. O porque no agradeció como queríamos algún esfuerzo que hicimos para él, o para ella. También sentimos el rumor del odio cuando no nos comprenden suficientemente, o cuando no son capaces de decirnos las palabras que queríamos escuchar.

Son pequeños odios que usualmente no trascienden. Se desvanecen tan rápidamente como aparecieron y apenas si dejan alguna huella, solo en las personalidades más sensibles. Podemos lidiar con ellos y mantener el afecto intacto.

Sin embargo, hay situaciones que en las que no hay un desenlace tan feliz. A veces uno de esos pequeños episodios de desencuentro se convierte en la semilla de una gran selva de odio. O son la gota que hace rebosar la copa de un veneno que ya se venía acumulando.

“Odiamos a alguien cuando realmente queremos amarle, pero que no podemos amar. Tal vez él mismo no lo permite. El odio es una forma disfrazada de amor.”

Y es que el amor y el odio no son mundos opuestos. Lo contrario del amor no es el odio, sino la indiferencia. Así como todo amor lleva implícito algún gramo de odio, todo odio tiene en sus entrañas un componente de amor.

El paso del amor al odio generalmente se da de dos maneras. O una persona despierta, después de un letargo en el que estuvo soportando lo que no quería soportar; o alguien propina una ofensa o traición tan grave a otro que transforma los sentimientos de amor en un deseo de destrucción irrefrenable.

El odio crea lazos muy fuertes con el otro. De hecho, puede dar lugar a vínculos más estrechos que los del amor. Lo peor es que cuando se da paso a una seguidilla de afrentas, la situación se convierte en un círculo que se retroalimenta permanentemente. Ni uno ni otro pueden hacer una ruptura sana. Condicionan su vida afectiva a la lógica de dañar y evitar ser dañados. Sienten que no pueden renunciar a la situación, porque eso sería claudicar.

Este círculo es altamente nocivo. Una situación en la que por más que ganes, siempre estarás perdiendo. No hay forma de resolverlo. La única alternativa es apartarte de esa persona y renunciar a ese odio que puede convertirse en una cárcel insoportable de la que solo vas a salir maltrecho.

MARUESVA.



  SE PUEDE OLVIDAR UN AMOR Y VIVIR SIN EL No podemos permitir que el recuerdo de un mal amor nos impida crecer y volver a ser felices. Deb...